Rodeado de montañas, historia y silencio, Uspallata se prepara para brillar en el escenario internacional. El valle mendocino fue elegido como uno de los ocho destinos que representarán a Argentina en los Best Tourism Villages 2025, la iniciativa de ONU Turismo que premia a las comunidades rurales que promueven el desarrollo sostenible, la preservación cultural y el turismo responsable.
Ubicado a 100 km de la ciudad de Mendoza, Uspallata es mucho más que un punto de paso hacia la Cordillera. Es un refugio de paisajes imponentes, tradiciones ancestrales y patrimonio arqueológico, donde conviven las huellas del Imperio Inca, las postas coloniales y los vestigios mineros del siglo XIX. Su entorno natural, con el Cerro Tunduqueral, el Puente del Inca cercano y el Parque Provincial Aconcagua a pocos kilómetros, lo convierte en un destino ideal para el turismo activo, la contemplación y el contacto con la historia.
Pero lo que lo hace especial es su gente. Con menos de 15.000 habitantes, Uspallata conserva un estilo de vida tranquilo, hospitalario y profundamente conectado con la tierra. Su gastronomía regional, sus artesanías en piedra y cuero, y sus festividades locales son parte de una identidad que se resiste al olvido.
Además de Uspallata, los otros siete pueblos seleccionados por Argentina para competir en esta edición son:
Maimará (Jujuy): color, quebrada y cultura viva.
Seclantás (Salta): cuna de artesanos y tejidos ancestrales.
Colonia Carlos Pellegrini (Corrientes): puerta de entrada a los Esteros del Iberá.
Villa Elisa (Entre Ríos): termas, inmigración y bienestar rural.
Famatina (La Rioja): historia minera y paisajes de altura.
San Javier y Yacanto (Córdoba): sierras, espiritualidad y naturaleza.
Saldungaray (Buenos Aires): arquitectura, vino y tradición bonaerense.
Cada uno de estos destinos fue elegido por su compromiso con el turismo como herramienta de desarrollo local, su riqueza cultural y su capacidad de ofrecer experiencias auténticas. Los ganadores serán anunciados por ONU Turismo a partir de octubre, y podrían sumarse a la lista de pueblos argentinos ya reconocidos, como Trevelin, La Carolina, Caspalá y Villa Tulumba.
Uspallata no busca ser el más visitado. Busca ser el más sentido. Y si el mundo lo reconoce, será porque entendió que el turismo también puede ser un acto de memoria, de encuentro y de belleza silenciosa.