La caída del cabello en otoño es un fenómeno completamente natural y temporal que ocurre de manera cíclica. Durante esta estación, la bajada de las temperaturas trae consigo algo más que hojas caídas: ¡es también el momento del año en que perdemos más cabello! Pero, ¿por qué sucede esto?
La explicación médica detrás de este fenómeno tiene nombre: efluvio telógeno estacional. Es un proceso en el que un mayor número de folículos pilosos entran simultáneamente en la fase telógena, también conocida como la etapa de reposo del ciclo capilar.
Esto provoca que más cabello se desprenda de lo habitual, especialmente en otoño y primavera. Así que mantén la calma, esta situación es temporal y el cabello tiende a recuperarse con el tiempo.
¿Qué factores intensifican la caída estacional?
Además del cambio en las temperaturas, el número de horas de luz solar tiene un impacto directo. Al disminuir la exposición al sol, la producción de melatonina (hormona clave para el crecimiento capilar) se reduce, favoreciendo que más folículos entren en la fase de reposo. El estrés también se suma a la ecuación, especialmente cuando regresamos a las rutinas y obligaciones tras las vacaciones, lo que puede agudizar la caída.
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Aunque este proceso no es irreversible y suele resolverse naturalmente, muchas personas lo viven con preocupación. ¡Pero no todo está perdido! La buena noticia es que ciertos hábitos nutricionales pueden marcar la diferencia para mejorar la salud capilar.
La vitamina estrella para tu cabello: la vitamina A
Ahora bien, si estás buscando darle un impulso a tu cabello durante esta temporada, los alimentos ricos en vitamina A son la clave. Según estudios en la revista Nutrients, esta vitamina desempeña un papel esencial en el crecimiento del cabello, gracias a sus metabolitos activos como el ácido retinoico y el retinal. Eso sí, ¡cuidado con los excesos! Para aprovechar sus beneficios, lo ideal es obtenerla de la comida en lugar de suplementos.
Entre las fuentes naturales de vitamina A destacan opciones deliciosas y nutritivas como el hígado, pescados como el salmón y el arenque, huevos, productos lácteos fortificados y, en el ámbito vegetal, frutas y verduras de colores vivos como zanahorias, boniatos, mangos y melón. ¡Una dieta rica y equilibrada será tu mejor aliada para mantener un cabello fuerte y vibrante!
Así que no lo dudes: cuida tu alimentación, reduce el estrés y prepárate para enfrentar el otoño con un cabello lleno de vida. ¡Tu melena te lo agradecerá!