Sábado 12 de Abril 2025
EDUARDO GALEANO

Las Heridas Abiertas que Eduardo Galeano Nos Legó

Un legado de conciencia y Emoción a 10 años de su partida.

Escrito en ESPECTÁCULOS el

La ausencia de Eduardo Galeano, a una década de su silencio físico, se siente todavía como una punzada en la conciencia de Argentina, América Latina y todos aquellos que al igual que Yo, abrazan la justicia y la memoria en cada rincón del mundo. Su pluma, afilada y poética a la vez, no nos legó relatos complacientes, sino más bien las "heridas abiertas" de una historia marcada por la injusticia, la opresión y el olvido. Hoy, al recordar un nuevo aniversario de su fallecimiento, su voz resuena con una urgencia renovada, invitándonos a no cerrar esas llagas, sino a examinarlas con la valentía y la sensibilidad que él nos enseñó.

Eduardo Galeano.

Eduardo Galeano no fue un simple cronista; fue un tejedor de almas, un narrador de las voces de los silenciados. Sus libros, como venas abiertas de la historia, expusieron el dolor de los desposeídos, la brutalidad de las dictaduras, el despojo de los recursos naturales y la persistente desigualdad que marca nuestro continente. Pero en esa denuncia visceral, siempre latió una profunda humanidad, una esperanza tenaz en la capacidad de resistencia y en la belleza latente que aún palpita bajo las capas de sufrimiento.

Recordamos la rabia contenida en las páginas de "Las venas abiertas de América Latina", un grito desgarrador contra la explotación que marcó generaciones. Pero también evocamos la ternura y la poesía de "Memorias del fuego", donde los mitos y las historias silenciadas cobraban vida con una fuerza conmovedora.

Eduardo Galeano: Portada del Libro "Las Ventas abiertas de América Latina".

Galeano nos enseñó a mirar la historia con los ojos del corazón, a sentir el dolor ajeno como propio y a encontrar la dignidad incluso en los relatos más oscuros.

Su prosa, cargada de metáforas y de una musicalidad única, trascendió la mera información para tocar fibras sensibles. Nos hizo sentir la injusticia en el estómago, la esperanza en el alma y la urgencia de actuar en la conciencia. Sus personajes, a menudo anónimos y olvidados por la historia oficial, cobraban una dimensión épica bajo su pluma, recordándonos la humanidad que reside en cada ser humano, incluso en medio de la adversidad.

La vigencia de su legado

Hoy, las heridas que Galeano nos legó siguen sangrando en nuestro país. La desigualdad persiste, la injusticia clama y la memoria a menudo se intenta silenciar. Por eso, su obra no es un mero recuerdo del pasado, sino un faro que ilumina nuestro presente y nos interpela sobre el futuro que estamos construyendo. Sus palabras nos invitan a no ser indiferentes, a levantar la voz contra la opresión y a mantener viva la llama de la esperanza en un mundo más justo y humano.

"Si votar sirviera para algo, ya estaría prohibido"

Eduardo Galeano.

Si estuviera aquí, seguramente vería con ojos críticos el acuerdo con el FMI, recordando aquella idea de que "si votar sirviera para cambiar algo, ya estaría prohibido". Esta frase nos invita a cuestionar si las decisiones económicas responden verdaderamente a la voluntad popular o si, por el contrario, están marcadas por la lógica de un sistema que sigue favoreciendo a los mismos actores de siempre. La firma del acuerdo, celebrada como un triunfo, contrasta con la larga historia de dependencia y crisis que este tipo de pactos ha traído consigo, perpetuando desigualdades que Galeano describió con precisión.

"La división internacional del trabajo consiste en que unos países se especializan en ganar y otros en perder"

Eduardo Galeano

"La división internacional del trabajo consiste en que unos países se especializan en ganar y otros en perder", escribió con ironía y crudeza. En la Argentina de hoy, esa división parece reafirmarse: los capitales financieros vuelven a marcar el destino de millones, los ajustes recaen sobre los sectores más vulnerables y las promesas de crecimiento son una repetición de fórmulas que han dejado cicatrices profundas. Como en los años '90, la nación se expone a la especulación de los mercados, a decisiones tomadas más allá de sus fronteras y al riesgo de un futuro hipotecado.

Galeano no solo nos dejó un legado de denuncia, sino también de resistencia y esperanza. Su obra nos enseñó que la memoria es una herramienta poderosa contra la resignación. Este aniversario nos invita a mirar el presente con la valentía que él nos inculcó y a preguntarnos si seguimos corriendo la mirada, como tantas veces nos han enseñado a hacer.

Un llamado a la reflexión

En este aniversario de su fallecimiento, no solo recordamos a un escritor brillante, sino a un faro de conciencia. Las heridas que Eduardo Galeano nos legó son un recordatorio constante de nuestra historia inconclusa, de las luchas que aún debemos librar y de la humanidad que debemos rescatar. Su legado es una invitación a sentir, a recordar y, sobre todo, a actuar para que esas heridas cicatricen en un futuro donde la justicia y la dignidad sean la norma, y no la excepción. Su voz, aunque silenciada, sigue resonando en el corazón de quienes creemos en un mundo mejor.