Tener nuestro jardín o el interior de nuestro hogar decorado con plantas y flores es extremadamente beneficioso. Aportamos color en cada rincón, decorando con mucho estilo. Además, si las tenemos en el jardín, podemos atraer colibríes y mariposas, llenando nuestro entorno de vida y alegría.
Una de las flores que nos permite darle ese toque especial a nuestro jardín es la salvia azul. Esta planta perenne es una de las más apreciadas en el mundo de la jardinería, ya que se puede cultivar tanto en el patio como en macetas. La salvia azul puede encontrarse en color morado o blanco, aunque el azul violáceo es el que más atrae.
Cultivada como anual, la salvia azul tiene una corta duración de vida, rondando los cinco años. Después de este tiempo, pierde su esplendor, la planta languidece y es momento de reemplazarla.
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Hoy te compartimos los cuidados que necesita esta planta para que puedas decorar tu hogar con estilo, atrayendo esos colibríes y mariposas que llenarán de alegría cada espacio al que llegan.
Iluminación
Esta planta necesita estar en un lugar donde reciba al menos unas horas de sol directo. Sin embargo, debemos protegerla de las temperaturas muy bajas, ya que no soporta las heladas persistentes. Si en invierno las temperaturas son muy bajas, la planta puede perder sus hojas.
Temperatura
La salvia azul procede de lugares con climas moderados, donde las temperaturas del invierno son suaves. Resiste muy bien el calor intenso, aunque en esos momentos hay que mantenerla bien hidratada.
Riego
Necesita un riego moderado. No necesita su sustrato húmedo constantemente, pero tampoco debe estar seco en exceso. Si está en una maceta, deja que la tierra se seque ligeramente entre riegos. Si está plantada en el suelo, sus necesidades de agua son menores y resiste cortos periodos de sequía.
Abono
Puedes colocar unos puñados de estiércol o humus de lombriz un par de veces por temporada, una al comenzar la primavera y otra a principios de verano. Así, la planta crecerá perfecta y sus flores decorarán cada rincón.