La piel de los bebés tiene algunas características particulares que lo protegen para enfrentarse al mundo, la cual se va ir modificando con el paso del tiempo para parecerse cada vez más a la de los adultos.
A continuación, te detallaremos algunos rasgos de la piel de los bebés que seguramente desconocías con el fin de tenerlos en cuenta a la hora de los delicados cuidados que serán necesarios en esta primera etapa de la vida.
Fina como el papel
Al principio, la piel de los recién nacidos posee ciertas características. Una de ellas es la sensibilidad, la delicadeza y sobre todo su delgadez.
En este punto, es necesario saber que las diversas capas que componen la piel aún no están completamente desarrolladas en los bebés. Esto la predispone ante la posibilidad de generar un mayor crecimiento bacteriano, irritación y dermatitis
Vello cobertor
Por lo general, en el momento del nacimiento el bebé puede presentar una cierta capa de vello que cubre su piel en zonas como la espalda, los brazos, las piernas, el rostro y las orejas.
Se trata de una fina cubierta de vello fino denominada vérnix, la cual cumple la función aislante ante la falta de grasa corporal. En ocasiones, puede suceder que se desprenda antes del nacimiento, pasado a formar parte del meconio.
Lavado esporádico
En los primeros meses de vida del bebé no se recomienda bañarlos todos los días, dado que su piel, a diferencia de los adultos, posee una mayor composición de agua.
Es por ello que se sugiere el lavado de tres veces a la semana durante el primer año de vida, siendo una frecuencia suficiente para mantener la piel humectada. En caso de notar la falta de humectación, el consejo es utilizar una crema humectante hipoalergénica.
Evitar quemaduras
A raíz de la delgadez en la piel de los recién nacidos, esta se vuelve vulnerable anta la exposición solar. Es por ello que la recomendación advierte el cuidado durante los primeros seis meses de vida.
En este caso, se recomienda no exponer al bebé a los rayos solares directos, optando por una cobertura más bien física (como podría ser la ropa) a las químicas a fin de proteger su piel de las quemaduras.