Un jardín con lavanda es un espacio con una energía muy especial, es aromático, bello y relajante. Esta planta originaria de la zona mediterr??nea se cultiva en gran parte del mundo. Se la utiliza como planta ornamental y también en la industria de productos de tocador y perfumería.
La lavándula, conocida popularmente como lavanda, es una planta perenne perteneciente a la familia de las lamiáceas, tiene hojas lanceoladas, estrechas, de color verde grisáceo. Puede llegar a medir hasta un metro de altura.
Es una planta rústica, que se adapta bien a los terrenos arenosos, ya que necesita un suelo con buen drenaje.
La lavanda soporta el frío y requiere abundante luz solar.
Cultivar lavanda, garantiza la presencia de hermosas inflorescencias que florecerán en primavera y durante todo el verano, tiñendo de colores violetas y azules la vista del jardín, para que disfrutes de una deliciosa y fresca fragancia.
Sus flores se emplean para aliviar el estrés y combatir el insomnio, una infusión de flores de lavanda es un relajante ideal para beber antes de acostarse.
Esta planta aromática, se puede cultivar desde semillas o también por esquejes. Te recomendamos que emplees este último sistema para aprovechar los tallos que cortes al momento de realizar la poda.
La poda debe realizarse preferiblemente al comienzo de la primavera o a la llegada del otoño, para estimular el crecimiento de la planta.
Multiplicación de la lavanda por esquejes
- Corta tallos de aproximadamente 10 cm.
- Procura para que la superficie del tallo quede bien lisa y sin hojas secas.
- Escoge una maceta grande de aproximadamente 30 cm de diámetro (15 litros), que tenga buen drenaje.
- Coloca tierra para macetas compuesta por turba, perlita y humus. La lavanda se adapta bien a un sustrato alcalino con pH igual o superior a 7.
- Planta los esquejes de lavanda con una distancia mínima de 10 cm para dejar espacio suficiente y permitir un buen desarrollo de la lavanda.
- Riega las nuevas plantas cuidando de no encharcar la maceta.
Recuerda que la lavanda precisa recibir los rayos solares de forma directa, por al menos seis horas diarias.
La belleza y la fragancia de la lavanda hará de tu jardín el sitio favorito de pájaros y mariposas