Nada más tierno que la imagen de un niño con su mascota. Sea esta un gato o un perro, despiertan un sentimiento difícil de explicar.
El contacto cariñoso con el perro, jugar y correr con él por el parque; o tironear de un hilo con su gato, para ver quién se queda con el botín, es casi un juego natural para los chicos y sus mascotas.
A veces, a los adultos nos cuesta relacionarnos con los animales, establecemos con ellos una distancia de dominio, que hace difícil el vínculo. En cambio, entre los niños y las mascotas esta relación se da de forma natural.
Si estás pensando en darle el gusto a tu hijo de tener una mascota, sin duda querrás saber cuánto lo vas a beneficiar, porque como aseguran los especialistas:
“Los animales ayudan a los niños a socializar, mejoran su autoestima y les brindan una sensación de seguridad.”
Es importante recordar que un perro o un gato, o cualquier animal que elijas como mascota para tu hijo, es un ser vivo y sensible. Si bien compartirá los juegos, no es un juguete.
Que el pequeño comprenda que su mascota es un ser vivo al que debe cuidar y proteger, ayudará a que ese niño sea un adulto sensible y responsable.
Los beneficios de tener una mascota en casa
- Los niños que juegan diariamente con su mascota se mantienen ocupados, enfocados en el presente y alegres. Por lo tanto, tienen menos riesgo de sufrir ansiedad, estrés o depresión.
- La presencia de un animal en la casa hace que los niños se sientan cómodos y acompañados, aún en los momentos en que los adultos se encuentran en otro lugar.
- Los perros y gatos ayudan a mejorar la autoestima, evitan la tristeza que puede provocar la soledad. Es bueno aclarar, que esta compañía es un complemento, ya que no reemplaza los vínculos interpersonales de amistad de un niño con sus pares.
Según datos publicados en The Washington post, recientes estudios realizados por psicólogos de la Universidad de Miami y la Universidad de St. Louis, confirman que:
“Las mascotas pueden servir como fuentes importantes de apoyo social, brindando muchos beneficios físicos y psicológicos positivos para sus dueños.”
Estos animalitos aportan felicidad a la vida de tu hijo. Un niño que genera un vínculo afectivo con un animal, tiene una vida social más activa y se siente más completo en el plano emocional.
Los niños aprenden a cuidar a sus mascotas, a darles de comer, asearlos, llevarlos de paseo, lo que los convierte en personas más responsables. A medida que va creciendo su amigo mascota, ellos mismos van madurando.
Los especialistas aseguran que las relaciones positivas con los animales de compañía, pueden ayudar a crear vínculos de confianza con los demás, mejorando la comunicación no verbal, la compasión y la empatía.
En conclusión, la presencia de un perro o un gato en la vida de los niños es algo muy positivo. Solo resta que decidas cuál será la nueva mascota que llegará a tu casa. Dándole a tu hijo alegría, cariño y compañía.