Para Paulo Dybala y Oriana Sabatini, la felicidad ya cumplió tres años.
Tal es el tiempo transcurrido desde que la hija de Catherine Fulop y Osvaldo Sabatini se decidió por ir tras el amor y se mudó con el jugador de la Juventus.
Fue así, como Paulo Dybala y Oriana Sabatini de a poco, entre ambos, fueron equipando y amoblando con buen gusto la fabulosa casa que habitan en Moncalieri. Y desde donde comparten frecuentemente imágenes para sus muchos seguidores de las redes sociales.
El Jugador agradece públicamente en sus posteos los tres años de amor que vienen compartiendo.
La feliz pareja pasa sus días en la lujosa casa, que posee unos hermosos jardines y piscina con vista a los imponentes paisajes del lugar. Sin dejar de mencionar el importante auto Lamborghini amarillo y las mascotas de las cuales Paulo comenta:
"Mi recibimiento de cada día".
Tanto Oriana como Paulo son muy disciplinados a la hora de ejercitarse, y esto lo hacen en un amplio gimnasio que armaron en plena época de pandemia.
A Paulo le gusta coleccionar las camisetas que utilizó en partidos que resultaron claves para su carrera, pero como buen coleccionista, también guarda algunas de las que intercambió con sus principales rivales.
También acondicionó un cuarto especial para gamers, con una pantalla gigante y su cómoda silla, donde se instala por horas a divertirse jugando.
La otra cara del lujo
A veces Paulo se encuentra jugando en otros países y Oriana aprovecha para pasar un tiempo con los padres en Buenos Aires.
Es así, que puede suceder como sucedió hoy, que su madre la espere con los implementos de limpieza en la mano, para que la hija abandone por un rato la pose de donna italiana y se haga cargo del desorden que hace su perro Milo, cuando sale de la pileta.
El mismo perro que Oriana Sabatini y Paulo Dybala dejaron en Buenos Aires al cuidado de Catherine Fulop.
Y de esta manera el glamour de la mansión italiana, queda reducido a la sencillez de una limpieza hogareña en la casa materna. Imagen que la actriz venezolana disfruta divertida subiéndola a las redes.