El tofu tiene su origen en China, se atribuye su invención al príncipe Liu An. Luego se extendió a Corea y Japón y más tarde a otros países del este asiático, posiblemente de la mano del budismo.
Hoy es conocido en todo el mundo, su respetable contenido en proteínas y bajo en grasa lo hacen ideal para una alimentación saludable. Al tofu lo eligen tanto personas vegetarianas y veganas como personas omnívoras con una dieta variada.
Te vamos a enseñar cómo hacerlo en casa, es muy fácil. Antes podes ver nuestra receta para hacer leche de soja, el ingrediente principal del tofu.
Ingredientes
Leche de soja, la cantidad resultante de 500gr de porotos secos al menos.
Tela para filtrar, puede ser la misma que usamos para hacer la leche.
Jugo de 1 limón.
Podemos hacer el tofu inmediatamente luego de hacer la leche. En ese caso, luego de cocinarla sólo la dejamos atemperar unos diez minutos desde que apagamos el fuego. Si la leche está fría calentamos hasta que hierva y apagamos, dejando también diez minutos.
Pasado este tiempo retiramos la nata de la superficie, si hubiera, le agregamos el jugo de limón, revolvemos y dejamos descansar entre cuarenta minutos y una hora. La leche de soja se “corta” de modo muy similar al de la leche de vaca.
Vale decir que en las recetas tradicionales se utiliza sulfato de calcio (yeso) en vez de jugo de limón, también se usan otras sales. El agente coagulante determina algunas características del tofu, pero creemos que el limón es lo más fácil para hacerlo en casa.
Vamos a obtener una especie de ricota suspendida en un suero. Procedemos entonces a filtrar la parte sólida. Usando una tela y otro recipiente (también puede ser una bolsa para leches vegetales) vamos a “embolsar” la cuajada y así separar el suero de lo sólido.
Tal como lo hicimos al separar la leche del bagazo, ahora presionamos para que el contenido de la bolsa pierda la mayor parte del líquido posible. El suero podemos usarlo para otras recetas para aprovechar sus nutrientes o bien para regar plantas.
Nos queda tan sólo un paso: prensarlo. Si bien hay prensas específicas, no hace falta disponer de una, basta ubicar la tela o bolsa con el tofu dentro de un colador y sobre eso algo de peso, cualquier cosa sirve, uno o dos kilos de presión es suficiente.
Según el tiempo que lo prensemos y el peso que usemos, obtendremos un producto más o menos denso. Si lo vamos a prensar al menos una noche conviene que lo dejemos dentro de la heladera, con un recipiente debajo del colador para que no se desparrame el suero. Recordemos que el tofu tomara la forma del cuenco que utilicemos en el proceso de prensado.
Una vez concluido el proceso por el cual pierde todo el líquido posible, ya está listo para ser utilizado. Recomendamos una pasada por debajo de agua para que el sabor del tofu se neutralice.
Se puede conservar una semana aproximadamente en la heladera, tenemos que asegurarnos de cubrirlo con agua totalmente en algún recipiente que lo permita.
¡Pues a disfrutar de este queso vegetal tan versátil! Podemos comerlo crudo, salteado, marinado, rebozado, en nuggets. Podemos también procesarlo con verduras y hacer dips, salsas, rellenos y todo lo que nuestra imaginación nos dicte.
Ventajas del tofu.
El tofu es una magnifica fuente de proteína por lo tanto gran fuente de energía. Tiene los ocho aminoácidos esenciales, es rico en calcio, hierro, manganeso, selenio y fósforo. Reduce el colesterol y los triglicéridos. También es fuente de magnesio, zinc, cobre y vitamina B1. (Fuente: BBC).