El tenis tiene nuevo líder, aunque sea por una semana. Jannik Sinner se consagró campeón del Masters 1000 de París-Bercy tras vencer a Felix Auger-Aliassime por 6-4 y 7-6(4), y con ese título recuperó el número 1 del ranking ATP, desplazando a Carlos Alcaraz. Es su quinto título del año, el quinto Masters 1000 de su carrera y su vigésimo tercer trofeo profesional, en una temporada que lo vio brillar con consistencia y ambición.
Sin embargo, el reinado será breve: los puntos del ATP Finals 2024 caducan esta semana, y con ellos, Sinner volverá a ceder el trono. Pero el destino es caprichoso y justo: el propio ATP Finals 2025, que se disputará en Turín del 10 al 17 de noviembre, será el escenario donde Sinner y Alcaraz definirán quién cierra el año como número uno del mundo.
El cálculo es claro: para quedarse con el Year-End No. 1, Sinner debe ganar el torneo de manera invicta (lo que otorga 1.500 puntos) y esperar que Alcaraz no supere la fase de grupos. Es una combinación exigente, pero no imposible. Y en una temporada donde ambos dominaron el circuito, el cierre no podía ser más cinematográfico.
Sinner llega con una racha de 26 victorias consecutivas en pista cubierta, y con el impulso emocional de haber conquistado París. Alcaraz, por su parte, viene de una caída temprana en Bercy, pero ha demostrado que en los grandes escenarios su tenis se potencia. El español ya ganó Wimbledon este año y fue finalista en Indian Wells y el US Open.
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El ATP Finals no será solo un torneo: será una final simbólica de temporada, un duelo generacional, una batalla por el liderazgo de la nueva era del tenis. Con Novak Djokovic en un rol más intermitente, el trono está abierto. Y Sinner y Alcaraz lo saben.
Turín será más que una sede. Será el coliseo donde dos gladiadores modernos se juegan la historia. Porque en 2025, el tenis tuvo dos nombres propios. Y ahora, solo uno puede cerrar el año en la cima.